Preguntas frecuentes




Me han hablado de fase maníaca y fase depresiva, pero no sé que son 

La fase maníaca es cuando la persona se siente muy feliz, capaz de todo, duerme y come poco, puede tener delirios (pensamientos falsos que para él son completamente reales). Suelen ser despreocupados, habladores y no son conscientes de las consecuencias de sus actos, por lo que se arriesgan mucho, gastan mucho dinero, suelen ser promiscuos… 

En la fase depresiva, en cambio, la persona se siente muy triste, le cuesta razonar y concentrarse, no quiere relacionarse con nadie y no disfruta con ninguna actividad. Puede incluso tener deseos de morir por el vacío que siente. 

Le hablo y no me escucha 

Hablar con una persona que padece una enfermedad mental es un arte que debe trabajarse a diario. Establecer un diálogo y conseguir que esta persona se abra y cuente cómo se siente o qué piensa no es nada fácil, pero se puede conseguir. 

No debes sentirte frustrado si no atiende a lo que le dices, ya que lo importante para el paciente es que sea escuchado. 

Esto también te va a ayudar a ti ya que conocerás mejor cómo se siente y cómo actuar con él para que la relación entre ambos sea más sencilla y agradable. Así que: establecer un diálogo es importante, pero para poder escucharle. 

Cuando intento hacerle entrar en razón se enfada conmigo 

Puede que lo que dice o hace a veces no tenga lógica para nosotros. Sin embargo, una persona con enfermedad mental actúa con mucha lógica en función de sus pensamientos. 

Por tanto no aceptará lo que le digamos ya que no concuerda con sus ideas y podrá pensar que somos nosotros quienes no le comprendemos e, incluso, lo puede tomar como una agresión. 

Esto no significa que tengamos que estar de acuerdo con lo que nos cuenta, sino simplemente tolerar al paciente con sus pensamientos. Así que: debemos escuchar al paciente, pero no entrar en discusiones sobre si estamos o no de acuerdo con lo que dice. 

No puedo seguir su ritmo cuando está contento 

En la fase maníaca el paciente siente que es capaz de todo, es muy activo y cada instante tiene ideas nuevas que lleva a cabo. Para controlar este nivel de actividad podemos disminuir la estimulación del ambiente, con un entorno tranquilo, o dirigir la atención del paciente hacia algo que no le estimule tanto. 

También puede ayudar reducir las opciones del paciente, poner límites actuando de una forma firme, establecer una rutina diaria con períodos de descanso abundantes y evitar alimentos que contengan cafeína. 

Hay veces en las que no puedo controlarlo y no sé que hacer 

Ante una situación de crisis o urgencia debemos recordar mantener la calma, reaccionar con energía y firmeza para no perder el control y pedir ayuda a quien sea: familiares, amigos, vecinos, Policía, Servicios de Urgencia, Servicios Sociales… 

Con todas estas personas podremos abordar mejor las situaciones de crisis. Si son frecuentes estas situaciones, sería conveniente acudir a algún centro donde nos expliquen mejor qué hacer en situaciones concretas. 

Tengo miedo de que se haga daño 

Cuando una persona con trastorno bipolar está en fase maníaca se cree capaz de todo, lo que visto desde fuera puede ser peligroso para su salud. 

Ante este hecho debemos aumentar la vigilancia, procurando no dejarlo solo, enseñarle los riesgos que tienen sus actos y, como siempre, acercarnos de forma serena y que de seguridad. 

No reconoce que está enfermo 

Para la persona que padece un trastorno mental no es fácil reconocer sus propios síntomas bien por miedo a verse como enfermos, por resistencias interiores, por pudor o vergüenza social (nadie quiere que le llamen loco). 

En este caso lo que podemos hacer es apoyar al paciente dándole seguridad. 

Para conseguirlo será útil darle compañía, escuchar su opinión y hablarle con amabilidad y serenidad, ser siempre coherentes con lo que decimos y hacemos, buscar una segunda opinión… poco a poco podremos disminuir su miedo o vergüenza. 

Recordemos que no debemos tomar su negación como algo personal, como si fuese nuestra culpa, porque no lo es. 

Cuándo debo ir al médico  

Hay varias situaciones en las que debemos acudir al especialista cuanto antes: 

  • Cuando haya riesgo de que se lesiones a sí mismo o de suicidio (puede darse en las etapas depresivas de la enfermedad)
  • Cuando la paciente esté o tenga previsto quedarse embarazada.
  • Cuando el paciente no sea capaz de nada por la fase depresiva.
  • Si detectamos que padece algo más: abuso de alcohol, drogas, síntomas que antes no habíamos visto… 
  • Cuando la medicación no hace efecto. 

No quiere seguir el tratamiento 

La falta de cumplimiento es frecuente. No debemos desesperarnos ante esta situación, pero sí debemos intervenir para que cumpla el tratamiento. 

La enfermedad bipolar es especialmente difícil de tratar, ya que con frecuencia los pacientes niegan estar enfermos. Además, el estado eufórico lo viven como una experiencia positiva, es algo de lo que disfrutan. 

La medicación que controla su estado de ánimo les impide tener este placer, lo que les lleva a abandonar el tratamiento. Para aumentar el seguimiento del tratamiento podemos recordarle los beneficios que obtendrá, ayudarle a conseguir los objetivos marcados con el terapeuta, animar a que exprese sus sentimientos y miedos. 

¿Debo ir yo también a tratamiento psicológico si no estoy enfermo?  

La familia es quien ve de cerca los problemas que acarrea la enfermedad en la vida diaria de la persona y es también quien tiene la relación más personal y directa con el paciente. 

El tratamiento de esta enfermedad require cambios en la conducta, por tanto completar la psicoeducación del paciente con la psicoeducaicón de sus famlias es una forma muy buena de asegurar que los cambios conductuales que deben realizarse se vean facilitados por el entorno familiar. 

Por ello, la terapia del paciente con su familia es más eficaz, puesto que en ella se puede enseñar y ayudar a la familia sobre qué se debe hacer con el paciente. Se ha comprobado que cuando se combina el tratamiento farmacológico del paciente con la terapia familiar los resultados son mejores que cuando sólo se aplica la medicación. Además, se ha visto que factores como la unión de los miembros de la familia influyen en la evolución y en las recaídas de los pacientes. Por tanto es bueno para paciente y cuidador acudir a terapia familiar. 

Además del trastorno bipolar consume alcohol/drogas  ¿Qué hago?

Debido a los cambios de estado de ánimo es común que estos pacientes recurran a sustancias como el alcohol u otras drogas. 

En cuanto se detecte este hecho debemos acudir a consulta y pedir ayuda. Según la situación en la que nos encontremos nos recomendarán un tratamiento u otro. 

Mi pareja sufre trastorno bipolar y me rechaza  

No debes sentirte mal si tu pareja se muestra retraída, si no quiere ningún contacto contigo. No es culpa tuya. 

En la fase depresiva es normal que evite cualquier tipo de contacto social. El tratamiento hará que disminuya esta situación. Si para ti es muy duro, es aconsejable que busques ayuda en grupos de apoyo donde podrás encontrar a otras personas con tu misma situación. 

Antes de trastorno bipolar le diagnosticaron otros trastornos, ¿cómo puedo fiarme de que ahora sea correcto? 

El trastorno bipolar, como todos los trastornos mentales, es difícil de diagnosticar. Comparte sintomatología con otras enfermedades que pueden hacer dudar al facultativo. 

Pero, con el tiempo se van viendo nuevos síntomas y la propia evolución del paciente hace que se puedan conocer más características sobre la enfermedad y llegar así al diagnóstico correcto. 

Me preocupa que coma poco y adelgace 

En la fase maníaca el paciente suele decir no tener tiempo para comer. En cambio, en la fase depresiva su apetito suele estar disminuído, al igual que su estado de ánimo. 

En ambos casos podemos intervenir con algunas medidas: recordarle que debe comer y que necesita comer para encontrarse sano y tener energía, establecer unos horarios de comida, preparar comidas que le gusten y vigilar que la ingesta de alimentos y líquidos es la adecuada para su tipo corporal y estilo de vida. Todo esto debe ayudar a mantener un buen peso. 

¿Cómo sé si la medicación está haciendo efecto o si le produce efectos secundarios?

En general, la medicación para este tipo de enfermedad tarda algunas semanas en hacer efecto, por lo que no debemos asustarnos si los síntomas tardan algún tiempo en mejorar. 

Cada fármaco tiene unas características específicas, por lo que lo mejor es que su médico le explique cómo actúa la medicación y cuáles son los efectos secundarios que puede producir y cómo reconocerlos. 

¿El tratamiento con litio requiere algún cuidado especial? 

Es necesario seguir unas indicaciones para asegurarnos de que el medicamento haga el efecto deseado. 

  • Debe tomarlo todos los días a la misma hora. 
  • Debe mantener un consumo de líquidos y sal estable. Si aumenta mucho los líquidos o la sal en sus comidas el eliminará el fármaco de su organismo, por lo que no podrá hacer efecto. 
  • Si sufre algún proceso con fiebre o con mucha sudoración, acuda a su médico ya que puede ser necesario ajustar la dosis. 
  • Deben hacerce controles del litio en sangre por las mñanas, unas 8-14 horas después de haber tomado la última dosis. 
  • Si empieza con diarrea o estreñimiento, sabor metálico en la boca, náuseas, dolor de estómago… durante el tratamiento acuda a su médico ya que puede que haya tomado más litio del necesario. 

No puedo más 

Cuidar de alguien a quien se quiere puede ser una tarea muy satisfacctoria, pero también agotadora. No debe sentirse mal si en algún momento siente que no puede más, que quiere dejarlo… es más habitual de lo que piensa. En estos casos debemos pedir ayuda. 

Conocer las fuentes de apoyo que tenemos a nuestro alcance es importante. Con frecuencia, no somos conscientes de las personas que están disponibles a nuestro alrededor para prestarnos ayuda, consejo… 

No dude en pedir ayuda y recuerde que para cuidar de alguien, primero debemos cuidarnos a nosotros mismos.